La Europrueba fue un ejercicio de resistencia que me tomé el reto de cumplir, con un afán de crecimiento profesional y personal, consistente en trabajar en la investigación periodística mientras intentaba subsistir con muy poco dinero, sola y sin conocer el país a donde fui.
La misión terminó exitosamente, pero me quedaron muchas historias en el tintero. Ahora, este blog mostrará poco a poco algunas de ellas y ampliará los detalles de las ya publicadas.

sábado, 24 de mayo de 2008

Los 10 discos que quisiera tener en una isla desierta

Unos días antes de irme a España, aparte del pánico y el acelere, entré en un conflicto más. Es increíble que le diera importancia, pero sí se la di, a pensar, meditar a profusión aquella pregunta que de adolescente leí, no sé si en un chismógrafo o en la revista “La Mosca”: Si el avión se cayera en medio del océano y yo resultara sobreviviente y encima de eso fuera en una isla desierta ¿Cuáles serían los 10 discos que me gustaría tener?
Dejando a un lado lo absurdo y lo improbable de la situación, creo haber dedicado al menos 10 minutos de mi tiempo (lo que en esos días era un derroche) a hacer una selección mental.

Recordé que el “MTV Unplugged” de Nirvana es uno de mis favoritos, completo, de principio a fin y por cada uno de sus tracks. Luego, “Ser de Agua” de Presuntos Implicados. De Santa Sabina estaba entre “Símbolos” y “Babel”. Llegué hasta el homónimo de Efecto Mariposa y casi empezaba a pensar en alguno de Joaquín Sabina cuando… Concluí que no tenía necesidad de comerme el coco por eso, si al fin, el MP3 nos ha resuelto los dilemas, además yo llevaría toda mi música en el portátil y, en el remoto caso de que hubiera electricidad para un tocadiscos en la hipotética isla, entonces podría aventurarme a imaginar que también habría internet, Lime Wire y Youtube.
Lo único cierto era que yo tenía claro que todo iba a salir bien, que mi avión no iba a caerse y que yo llegaría, como lo hice, en una pieza.

No hay comentarios: