Antes de seguir debo agradecer con todo el corazón a la gente que me escribió correos electrónicos y mensajes en mi blog preocupada por mi seguridad y mi salud, ya que en la anterior entrega informé que tuve que dormir en la calle y que además me dio urticaria. Como lo expliqué ayer también, ya estaba en Barcelona, salva y mucho más sana de lo que llegué. Va a ser interesante que visiten la dirección electrónica que acabo de mencionar, para que vean los videos de esos momentos de desesperación. Hay uno en particular muy parecido a la memorable escena de la película “El proyecto de la bruja de Blair”, en que la protagonista, en lo más tenso de la trama hace una espléndida exposición de lo que es tener escurrimiento nasal. Pues así, más o menos estaba yo, solo que a mi me pasaba que estaba en pleno proceso de mutación entre persona normal y el horrendo monstruo en el que me convirtieron las ronchas. Pero todo eso quedó en el pasado.
Desde mi llegada a Barcelona f ui acompañada por Rosa Pelayo Izquierdo, una de las integrantes de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género, a quien conocí en Oviedo durante el Encuerntro. Tona Gusi, otra de las asistentes y miembro además de la Red de Mujeres Periodistas de Cataluña, me ofreció muy amablemente su casa, así que me resolvió la grave limitante de dinero que yo traía pues me ahorré el gasto de hospedaje. No habría podido pedir más, pero ellas dos se encargaron de integrarme una agenda completamente saturada de actividades muy interesantes que realizar, tanto de trabajo como de placer y yo estuve muy agradecida de que así fuera, pues además se coordinaron con otra integrante más de la Red, que es Julia López para ampliar el programa de agasajos. Juro por la luz que me ilumina que todo lo que pueda describir sobre lo maravilloso que hicieron mis anfitrionas para atenderme, se quedará muy corto. Pues resulta que Julia me invitó a comer paella en el barco de Carlos, su compañero sentimental, también convocó a Li, una periodista mexicana que radica en Barcelona desde hace nueve años y trabaja en la radio (valga decir que su nombre completo es Lizompantli). La comida excelente, la charla también, de hecho hicimos un profundo intercambio cultural al compartir las variaciones, usos y costumbres de algunas palabras altisonantes de nuestros países, fue algo muy divertido. Obvio, contamos chistes, bebimos vino, tequila, café, té y para coronar el manjar, navegamos al atardecer en el enigmático mar Mediterráneo, del cual sí, como ya lo dije, emergió la luna con un tono rojo intenso y de tamaño espectacular.
2 comentarios:
Hola Blanca
!Que página más bonita¡. Carlos las enlazara con su blog. ya te diré
Me ha hecho mucha ilusión vernos así, Tu en México trabajandocon tu ordenata, yo en barcleona viendote con el mio, ¡qué ilu!
teenmos gaans de verte
besos, muchos besos....mua, mua, mua...
Julia y Carlos
orales que buen viaje, aprovecha y trae musiquita de por alla, por ejemplo Sr. Chinarro o de los Planetas, buenas bandas, bueno al menos a mi me gustan no me importa si no son buenas
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